Este el primer artículo de una serie que pretende dar luces sobre lo que realmente está pasando con la deforestación, los defensores ambientales y el narcotráfico en Ucayali.

Las aparentes vinculaciones entre el narcotráfico en Ucayali y las actividades forestales a través del sistema de concesiones forestales fue expuesta hoy, en un estudio desarrollado por la Organización Regional AIDESEP Ucayali - ORAU, con el soporte de las oenegés Asociación ProPurús y Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR).

El estudio, cuyos resultados preliminares fueron presentados ante funcionarios públicos y agencias de cooperación, ha encontrado la coincidencia entre los llamados caminos forestales, construidos por extractores forestales de diversa índole, y pistas de aterrizaje clandestinas, usadas por el narcotráfico en la región Ucayali. Efectivamente, el estudio realizado detectó que existen 56 pistas de aterrizaje clandestinas vinculadas al narcotráfico, 7 más que las reportadas el 2020 por la Gerencia Regional Forestal y de Fauna Silvestre de Ucayali. El estudio también identificó que muchas de ellas están vinculadas a zonas de narcotráfico y a zonas de alta deforestación.

Jamer López, uno de los miembros del equipo indicó que “los testimonios de campo recogidos muestran que el narcotráfico, las carreteras ilegales y el tráfico de tierras están muy relacionadas y eso incide negativamente en la seguridad de las poblaciones indígenas”.

Luego de una paciente investigación de campo y utilizando herramientas satelitales, el equipo a cargo encontró que los aeropuertos clandestinos se hallan vinculados a caminos forestales de todo tipo. Asimismo, uno de los mayores hallazgos realizados es que las áreas donde se concentran las pistas clandestinas y áreas evidentemente dedicadas a la producción de hoja de coca no figuran en los mapas del Sistema de Información de Lucha contra las Drogas - SISCOD, que son de acceso público (https://sistemas.devida.gob.pe/geoportal/inicio.html).

uno de los mapas desarrollados por el estudio: las pistas no coinciden con las areas reportadas por devida

Estimaciones realizadas por el equipo de ORAU, DAR y ProPurús indican que el número de hectáreas dedicadas al narcotráfico en Ucayali es significativamente mayor al reportado oficialmente por la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas - DEVIDA. La cifra calculada por el estudio presentado supera las 7,000 hectáreas, versus las 3,822 que calcula la entidad oficial.

areas de presuntos cocales en ucayali. en rojo las areas no reportadas en la base oficial del siscod

No es la primera vez que las cifras de DEVIDA son cuestionadas. A inicios de año, el informe de la Casa Blanca indicaba una cifra de 88,200 hectáreas de coca en el Perú, mientras que el Estado Peruano indicaba una cifra de 61,777 hectáreas.

“Es imposible que las autoridades locales y regionales no conozcan lo que está ocurriendo en su propia región… si desde cualquier vuelo te das cuenta de cómo está creciendo la coca, solo conversa con la gente de las comunidades. Lo que pasa es que no quieren ver lo evidente”, señala Berlin Diques, presidente de ORAU.

Tanto Berlin Diques como Jamer López, líderes de ORAU, son también víctimas de amenazas por las continuas denuncias que han realizado en los últimos años respecto a la situación de indefensión, amenazas y asesinatos ocurridos en las selvas de Ucayali y Huánuco. Efectivamente, más de 10 defensores indígenas han sido asesinados por la defensa de sus tierras y bosques. 

El estudio intenta aportar a la identificación y mapeo de las grandes amenazas que tienen los pueblos indígenas en Ucayali y según manifestaron representantes del Ministerio de Justicia presentes en la exposición, este constituye un aporte significativo para la protección de los indígenas.

una de las tantas pistas de aterrizaje en ucayali

Carla Limas, especialista en sistemas de información geográfica y monitoreo satelital, responsable del manejo de la información cartográfica de la Asociación ProPurús señaló a La Mula Verde que los insumos y métodos usados para el estudio son conocidos y accesibles a cualquier funcionario que quiera revisar con detalle la situación de la Amazonía. “Se usan mosaicos de imágenes Sentinel y se procesan con programas que son de libre acceso. Es cuestión de voluntad, habilidad y dedicación”.

En efecto, Limas indicó que el estudio viene produciendo más de 20 de mapas en los que se puede apreciar el impacto de las carreteras forestales, las pistas de aterrizaje clandestinas y su relación con los frentes de deforestación en zonas como Padre Abad, Tahuanía y Sepahua. Estas tres zonas son las que concentran la mayor cantidad de pistas que sirven al narcotráfico, sin embargo, de acuerdo a los mapas de DEVIDA y el SISCOD, solo Padre Abad registra este tipo actividad ilegal.

El estudio que, según Carlos Quispe de DAR, solo ha divulgado sus primeros hallazgos, pone sobre el tapete preguntas importantes:

¿Por qué los mapas oficiales del SISCOD no reflejan la información de las áreas de cocales en el centro y sur de Ucayali?

¿Cuál es la vinculación entre el narcotráfico y los extractores forestales?

¿Cuántas y cuáles son las áreas dominadas ya por el narcotráfico que no son reportadas a la opinión pública?

¿Es Ucayali la única región con un aparente subregistro de cocales en el país?

¿Es Brasil el nuevo mercado para la cocaína peruana? ¿Están los carteles brasileños operando ya en el Perú?

En las siguientes entregas de esta serie intentaremos responder algunas de estas inquietantes preguntas.